jueves, 4 de enero de 2018

Nos pasamos la vida esperando, ¿esperando que? Nunca está claro, aunque a veces creamos que si.
Si tenemos un objetivo y basamos nuestra felicidad en su consecución, al final estaremos deambulando ofuscados hasta que este llegue, y lo haremos infelices a cambio de un efímero pico de entusiasmo. A veces ni esto, a veces ponemos todas nuestras esperanzas en la dicha que nos traerá esa meta,pero simplemente es una búsqueda de la felicidad en algo externo.
Cuando lo conseguimos bien cambiamos de objetivo y repetimos el ciclo (lo cual ocurre más de lo que cabría esperar) o nos damos cuenta del vacío e infelicidad interna.
Esto es un paso,supongo. El siguiente es ser verdaderamente consciente de los patrones que mantenemos ¿y luego? Trabajar en ello verdadera y profundamente ¿cómo? No lo se, no tengo la clave, todavía la estoy buscando.

jueves, 5 de junio de 2014

Tú eres piel, sed y pasión.
Yo soy razón, agua y ley.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Abandonar tierras gallegas no es fácil, esa morriña que te invade cuando estas fuera de ella, ese sentimiento que te une a hablar con otros de tu Galicia con un brilliño en los ojos. Ya falta poco.
Pero desde luego que esta ciudad atrapa, algo hay en cada rincón de ella  que te enamora, que hace que sufras cierto síndrome de Stendhal, en el más suave sentido.
Aunque, sin duda, son dos las cosas que destaco de la lejanía con lo "mío" (aunque mío empieza a ser muy relativo), y es que, por una parte, veo que mi intuición no falló al pensar en las personas que siguen, que me siguen y a las que deseo seguir, personas con las que te une cierta cosilla que la distancia no hace que la rompa; por otra parte, me quedo con personas que ya quiero como a las que más, que se han convertido en mi familia, nunca creía en esto, pero es cierto que cuando las circunstancias te impulsan a ello acabas formando una pequeña familia muy bonita, que te suaviza todo.

viernes, 4 de octubre de 2013

Granada es una ciudad de ocio, una ciudad para la contemplación y la fantasía, una ciudad donde el enamorado escribe mejor que en ninguna otra parte el nombre de su amor en el suelo. Las horas son allí más largas y sabrosas que en ninguna otra ciudad de España. Tiene crepúsculos complicados de luces constantemente inéditas que parece no terminarán nunca.