Me provoca una sensación extraña pensar en como transcurre mi vida. Me pasé años, muchos años diciendole a la gente lo que llegaría a ser algún día, resultaba tan real al decirlo que parecía que ya lo estaba tocando. Sin embargo, no todo va en línea recta...y no es que me queje de que la vida me de muchas curvas, pero a veces me tuerce de manera inesperada. Y una de esas veces respondí optando por una segunda opción que se me ofrecia y aún ahora no tengo la menor idea de si estoy haciendo lo correcto.
Meses despues, conseguidas unas cuantas miradas complices, alguien me plantea que me vaya con ella a perseguir lo que siempre quisimos. Y es entonces cuando las dudas aplastan más mi día a día.
Soy consciente de que debería guiarme por las metas que un día creí construir, pero hay algo que me frena, el miedo, el maldito miedo a perderlo todo.
Y veo que los meses para pensarlo me van a atropellar.